octubre 23, 2009

POEMAS DE ALGUNOS LIBROS CARTONEROS

PABLO BENÍTEZ -RABO DE PERRO-




[apareamiento]
cada cual corresponde al ruido que le toca


cada cual emite su mugido


cada cual toma
su varón
o su hembra
y siembra
una gota de futuro
y desolación


cada cual advierte la venida inminente
del encuentro


cada cual con las cuatro cámaras de su corazón palpita
y tiembla
y penetra


cada cual con su varón
o su hembra.


[mar]
subís desde el mar
desde una entraña profunda
desde una gruta quizá


como la sangre subís
incesante
caliente


no sé hasta dónde
no sé cuándo
pero subís.


JUAN LUIS OLMO -PALABRAS JUNTAS-


Esquina guerra posguerra mesones casa bofetadas de insomnio cansancio de esperar al diablo – nunca vino el hijueputa – aire casi aire mar de ojos voces cafés sin lunas besos besados soledades de a medio día Bob Dylan`s no deja de serlo sofás cama mala magia La Avenida Sonsonate páginas
Palabras juntas
Poemas.


[cambiar tiempos]

Hoy nos toca escribir libros
buscar caminos
olvidar recuerdos,
hoy todos tenemos que hacer cosas,
cambiar tiempos


Hoy nos toca vender libros
comer a veces
vestir lo mismo
caminar, sudar tomar…


Hoy nos toca cambiar tiempos.


RAMÓN HERNÁNDEZ -LA GUERRA-
DE LA MONTAÑA A LA CIUDAD


[el principio]
No había luz
sólo ciegos


no había amor
sólo tercos


no había fe
sólo entuertos


no había pan
sólo versos.


[la montaña]
refugio de locos
albergue de robines y hoodes
escondite de sabios
aula para humildes
cátedra para insurrectos
maestría anticipada de sumisos
cándidos reflejos de aún inéditas batallas
techo para románticos
cielo de soñadores
corredor de irreductibles
patio plagado de pecados
púlpito donde se bendicen mil verdades
rima que rima y no rima
versos
crucigrama
anatema
verdad amarga
ascensor al mas allá
pasaje al infinito
puesto seguro en el infierno
de las buenas intenciones
lluvia incesante
“verde que te quiero verde”
verde tiempo
verde esperanza
verde ilusión
verde
verdad?



AÍDA PÁRRAGA -CELOFÁN Y VIDRIO-


[el salvador del mundo]

Estoy al filo de un abismo
que confundí con tus ojos.
Los ruidos de esta ciudad
inclementes,
nos empujan por el borde:
un ángel grita,
salta,
vuela,
se estrella en el vacío...


Mañana hablarán los periódicos
del extraño suicidio
de un pájaro pelo largo
con alas de celofán y vidrio.
La ciudad no se detiene,
los ruidos siguen empujándonos,
ángeles tras ángeles
quebrándose…
Sin embargo,
ya todos somos inmunes
a la muerte,
venga de donde venga,
nos empujen o saltemos,
se quiebren las alas
o el asfalto.
Nos molesta más el tráfico
que el difunto partiendo
la línea amarilla de no cruzar.
Las bocinas,
las bocinas,
las bocinas,
moderna marcha fúnebre…
Del otro lado,
allá donde el dolor lo ocupa todo,
dos ángeles de la mano,
sus alas de vidrio y celofán aún cerradas
empiezan a quebrarse.
Hoy he decidido que no voy a saltar
aunque me empujen...


[ciudad]
En esta ciudad
no sólo deambulan ángeles inadvertidos,
también caminan las siete miserias...
¡Ah ciudad!
que has visto guerra,
sangre,
poetas,
ciudad que cambias de velo
al caer la noche,
que gritas tus verdades a las trompas
de los “Mercedes Benz”,
de los “Pathfinders”,
que te deslizas en pantyhose remendadas
Que enseñas más de un par de tetas
cansadas de amamantar esperanzas.
Ciudad,
mujer,
suripanta,
hermana,
Hoy ni siquiera tienes parques
para que tengan bancos,
para que tus duendes ya no duerman en cartones…
Y no teniendo suficiente con eso,
te llueves por las aceras,
te llueves por las barrancas,
te llueves de hambre,
de locura te llueves...
De sal
te llueves,
de heridas
llueves,
de dolores
llueves,
de muertes sin sentido ni tiempo ni calendario
te llueves,
llueves,
me llueves...
Pero también,
somos inmunes a ciertas lluvias
y nos protegemos el alma
con cristales de colores,
que al final,
todo depende,
del color del cristal con que se mira.


NÉSTOR DURÁN -EL AMARILLO DE LA ANGUSTIA-


[la serpiente en la hierba]

Latet anguis in herba (Virgilio, Bucólicas III)


No creas que ves
los mismos colores que yo.
El aroma de las hojas
es distinto en mis manos.
No pienses que los grillos
también cantan para mí.
Sólo en mi boca
el durazno es pecado,
áspera miel.
lúbrico fruto.
Y no creas que sólo yo escucho
esa voz que viene
del árbol.



[autoría]
Quién reclama la autoría
La fastuosa arquitectura catedralicia de un bosque nebuloso
La futilidad del polvo en los pies de una niña de Moncagua
La inercia del grano de arcilla
Que entre aguaceros muta
El último rayo de sol colado entre las nubes
El solitario fotón postrero de una tarde de mayo


Quién se atribuye
El sueño inquieto de la semilla entre los terrones
El éxtasis vertical de los pinos del monte
La pasión de las gotas de lluvia en el huracán
En su dantesco vaivén de alma condenada
Su tremor, sus dudas,
Su violenta ingravidez


Quién reivindica
La violencia del verde
El amarillo de la angustia
Los demonios bailando en un círculo de tiza
La azarosa secuencia de vicios y virtudes
La espantosa belleza del coma
El profundo alarido de las flores
Y la rumiante paz de las máquinas


Quién
Yo
Yo, la poesía


RICARDO CASTRORRIVAS -PALABRAS DE MUJER-



[¿y los derechos de las mujeres?]

A mi tatarabuela su esposo le pegaba
con una verga de toro.


A mi bisabuela su esposo la azotaba
con un acial de cuero crudo.


A mi abuela su esposo le pegó sólo una vez
y quedó viuda.


A mi mamá, no sé, no vi
si papá se atrevía a tanto.


A mí,
nadie me pega
ni con el pétalo de una flor.



[día de la madre]


¡Qué linda la niña!
Ya va al kínder.


Es toda una señorita.
Dicen que está virgen.


Miren qué maliciosa.
Anda luciendo sus chichitas.


Ya tiene novio.
Ése se la va a comer.


Ya se la comió.
La arruinaron.


Se va a casar.
Y por la iglesia.


Ya va embarazada.
Quería abortar.
¿Y qué fue?
¡Una niña!


¡¡OTRA HEMBRA!!


Madre sólo hay una.
Mi madrasta es buena.


Está bien casada.
Su esposo gana bien.


Se quedó a vestir santos.
Pobres las madres solteras pobres.


Trabaja de noche en una maquila.
Baila desnuda en un bar.


La Marce sacó tres tareas.
Yo estuve en la guerrilla.


La Gatúbela es marera.
Ella es una santa.


¿Qué no te has masturbado?
Soy frígida, y punto.


Soy lesbiana, y qué.
Yo soy ninfómana.


Están en adulterio.
Eso es un incesto.


Yo ya tengo tres hembras.
¡Estoy embarazada!


¡Felicidades, Mamá!
¡¡Feliz Día de la Madre!!



OTONIEL GUEVARA -PROCLAMAS PARA ANALFABETOS-



[himno de amor]

Yo escribo el poema contra todos:
porque todos vacacionan en la playa,
porque todos sobreviven con un sueldo,
porque todos han matado lo que amaban,
porque todos sucumbieron ante el precio,
porque todos ignoraron La Poesía,
porque todos consultaron a su médico,
porque todos se abrazaban en la iglesia,
porque todos frivolizan el misterio,
porque todos cantan ebrios en los bares,
porque todos se reciclan en el miedo,
porque todos amnistiaron al tirano,
porque todos han votado contra el sueño,
porque todos crucifican la decencia,
porque todos tienen dedos en las manos,
porque todos mortifican la inocencia,
porque todos son muy serios muy muy serios
porque todos todos todos
están muertos.


Para mi entrañable hermano Imreh Andras, con quien compartimos el mismo idioma.



[vanguardia]

Ya no hay pobres en la tierra.


Junto al poeta
sólo los muertos apacientan sus codos.


Rumiando su sueño
los miserables se dedican a esperar a La Muerte
mientras el poeta le pelea sus canciones nocturnas.


¿Dónde están los obreros consanguíneos
ilustrando sus músculos?


¿Dónde las operarias
con su cabellera suelta
desafiando las balas?


¿Dónde los jóvenes apostando su corazón por casi nada?


Los pobres ya no existen.


Solo el poeta anda como loco
colocando en silencio bombas de caracoles,
repartiendo proclamas a los analfabetos,
cultivando mordazas en telenoticiarios,
atentando contra los poderosos
con las raídas cintas de sus zapatos francos.


Para Pablo Benítez, conspirador de la nueva cruzada.
Para Ricardo Castrorrivas, pendenciero por la libertad.


CARLOS ERNESTO GARCÍA -POEMAS DE LA DIÁSPORA-


[la reina]


Bajó de una burra
que ató al tronco de un árbol
que en su copa albergaba nidos de torogoces.


Atravesó la puerta mayor de la ermita.
Se arrodilló al tiempo que cerraba sus ojos.
El cabello pelirrojo le hacía juego con sus pecas.
Su vestido de colores vivos parecía nuevo.


En la misa hablaban de cosas
que tenían que ver con la comunidad.
Todos guardaban silencio.
Incluso el cantar de los pájaros
resultaba discreto.


Luego llegó el momento de la repartición del arroz.
Una bolsita de 25 libras para cada familia.
Los mayores al escuchar su nombre
se acercaban hasta el púlpito
firmaban con su huella digital
y eso bastaba porque había confianza.


Al lado se fue formando otra fila
pero en ninguna estaba la muchacha pelirroja
que al fondo se le veía callada y solitaria.


La segunda fila
esperaba paciente una de las cajas sobrantes de cartón
que harían servir para guardar la ropa.


A la pecosita –según comentaron las ancianas-
le daba vergüenza hacer cola.
Hacía una semana
que la habían elegido reina del cantón.
Por eso desfiló con su corona
a lomos de un caballo brioso
mientras todos le lanzaban
pétalos de flores silvestres.
.
Cuando una señora le acercó la caja vacía
la muchacha con una sonrisa tímida
dijo adiós desde el umbral de la puerta.
.
La vimos alejarse que parecía una virgen.
La vimos alejarse con su cajita made in Italia.
Montada sobre aquella burra escuálida.
Los campesinos tenían la mirada triste.
Era su reina



[breve poema de amor]


Vos sabés que yo
vengo de la melancolía a la melancolía
que confundo todos los lugares
la Plaza del Zócalo con el Parque Ula Ula
el Danubio con el Lempa
a los niños andaluces con los de Panchimalco
la torre de París
con las de electricidad que daban frente a mi casa
allá en San Martín
cerca de Suchitoto.



la verdad es que lo confundo todo
hasta el color de tu pelo
con la espesa oscuridad de los cafetales.

1 comentarios:

Cohuiná Cartonera dijo...

Saludos desde Chiapas presentándonos como un nuevo proyecto cartonero. Con alegría queremos hacerles llegar nuestras intenciones de seguir creciendo como hermanos cartoneros.

Saludos y recuerden que: !!Las cartoneras unidas jamás serán vencidas!! :D

M*

 
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